Lo importante de este proyecto es el trabajo de mi autoretrato, como una aceptación de mi misma y mis particularidades. Cambiar el juego de la presión social ya que afecta a nuestra persona, nuestro trabajo y nuestra trayectoria. Somos seres sociales y la rebeldía, el cuestionamiento y la discusión nos hacen crecer a lxs individuxs y a la sociedad. 

 

Hacer cosas que están bien o medio bien y otras que están peor o incluso mal. Lo malo, lo chungo de verdad es exponerse ante el resto de gente. 

        EL JUICIO. Propio y ajeno...                 

El ajeno puede ser muy duro, pero el propio puede ser mucho peor.

Hacer cuando sabes que la meta final es crear para que sea visto y que además tiene que gustar y ser juzgado de manera que las palabras puedan ser “esto es bueno”. Eso es asesino (para este proyecto sin duda y para muchos otros). Y ante eso me revelo. 

 

Lo hago para mi, pero lo hago también para el resto. Desde la intimidad que fue donde empezó esto y que por eso ha podido desarrollarse, porque era para mi y porque desde el principio el juicio no era el factor válido. Lo que cada día creaba, incluyendo las dudas y respetando el hecho de que el juicio muchas veces estaba ahí, pesando como una losa, pero con la rebeldía y la lucha contra la posibilidad de que ese juicio destruyera el “yo” de ese día. Así pues, no sucumbí y se han mantenido todos. Y gusten o no todos los “yo” son válidos. 

La interpretación de una misma cosas cada día desde mi estados diferentes. Todos los materiales están creados en momentos y estados muy diferentes o así me he sentido yo.  

Nadie podrá llegar a ver qué, quién soy mediante estos vídeo, ni lo voy a contar porque eso serviría para justificar lo que no me gusta de mis “yos”, tampoco voy a intentar que a todxs guste, ni a la mayoría porque este no es el fin del proyecto.